La nave que puede cruzar todo el universo en el transcurso de una vida humana.

Un ejercicio teórico

El astrofísico Avi Loeb nos cuenta cómo construir «la nave más fantástica jamás imaginada», que permitiría recorrer todo el universo observable en el transcurso de una sola vida humana.

Después de una tormenta de nieve, no hay mayor emoción que recoger nieve esponjosa para hacer una bola de nieve y lanzarla a gran velocidad. Del mismo modo, en un universo en aceleración no hay mayor emoción que recoger energía oscura para fabricar un objeto de masa negativa que lance una nave espacial a la velocidad de la luz. Debes estar pensando: «Espera, ¿qué?» Permita que se lo explique. 

El astronauta se acercaría lo suficiente a la velocidad de la luz como para mantener una dilatación temporal suficiente y atravesar todo el Universo durante la vida de un ser humano. 

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Cuenta la leyenda que Isaac Newton formuló la teoría de la gravedad después de ver caer una manzana de un árbol y preguntarse por qué la manzana caía recta hacia abajo. Newton razonó que la fuerza de la gravedad atrae la manzana hacia la Tierra, igual que atrae a dos objetos de masa positiva entre sí. 

Albert Einstein generalizó la teoría de Newton interpretando la gravedad como la curvatura del espacio-tiempo, a la que todos los objetos responden de la misma manera. 

Esto se deriva del llamado Principio de Equivalencia, según el cual la masa inercial de un objeto, que dicta su aceleración en respuesta a una fuerza que actúa sobre él, es igual a su masa gravitatoria, es decir, su acoplamiento a la gravedad. 

Pero la reformulación de la gravedad por Einstein también dio lugar a una sorpresa. Las ecuaciones de Einstein predicen que, bajo el dominio de la densidad de la energía del vacío, como la energía oscura observada en el Universo actual, una manzana se aceleraría alejándose de Newton. Por tanto, la gravedad puede ser repulsiva. Observamos que las galaxias lejanas se aceleran alejándose de nosotros por esta razón. Aún no comprendemos la naturaleza de la energía oscura. Para explicarla, quizá necesitemos desarrollar una teoría predictiva de la gravedad cuántica.

Isaac Newton.

Aunque los físicos no lograron unificar la mecánica cuántica y la gravedad durante el siglo pasado, debemos seguir siendo optimistas sobre las perspectivas futuras de la física. 

Supongamos que, dentro de milenios, los ingenieros especializados en gravedad cuántica construyen un arado de energía oscura que fabrique objetos de masa negativa a partir de la reserva cósmica natural de energía oscura que nos rodea. ¿Qué implicaría esto? 

Un objeto de masa negativa aceleraría en sentido contrario a la dirección de una fuerza externa. Si lo empujamos, se acelerará hacia nosotros. Según el principio de equivalencia, el objeto de masa negativa también se acoplará a la gravedad con signo contrario, es decir, que repelerá a los objetos de masa positiva. 

Imaginemos ahora que colocamos el objeto de masa negativa junto a un objeto de masa positiva de signo igual pero opuesto. La repulsión gravitatoria entre las masas empujará a la masa positiva, pero también tirará de la masa negativa para perseguirla en la misma dirección. 

Como resultado, las dos masas se moverán con una aceleración constante a lo largo de la dirección del eje que las une. El par se acelerará conjuntamente hasta alcanzar la velocidad de la luz en un proceso de fuga. La masa total del par es cero, por lo que no hay necesidad de combustible.

Hermann Bondi.

Caso cerrado. ¿No crees que no hay nada más emocionante que crear una nave espacial ideal a partir de un par de masas iguales pero opuestas? Este fantástico concepto de nave espacial fue concebido en 1957 por Hermann Bondi y estudiado por Robert Forward en 1990

Obviamente, hay problemas conceptuales y prácticos con este concepto “gratis total” para la propulsión. Primero, un par de masas iguales pero opuestas no cuesta energía porque su masa total es cero. 

Por tanto, el vacío podría producir espontáneamente pares de masas positivas y negativas. Los pares se acelerarían a la velocidad de la luz y llenarían el Universo. El hecho de que no las estemos observando significa que las masas negativas están prohibidas en la naturaleza o existe una barrera cuántica numérica que impide su creación espontánea. A nivel práctico, una nave espacial con una masa neta exactamente nula se desaceleraría considerablemente como resultado de una colisión con una sola partícula de gas o polvo en el medio interestelar. Esto contrasta con un cohete, que permite una aceleración constante de una masa positiva finita. En concreto, si una nave espacial acelerara con la aceleración gravitatoria terrestre de 9,8 metros por segundo al cuadrado, un astronauta a bordo tendría la misma experiencia que si estuviera en la superficie de la Tierra. 

Si mantuviéramos esta aceleración constante durante varias décadas, el astronauta se acercaría lo suficiente a la velocidad de la luz como para mantener una dilatación temporal suficiente y atravesar todo el Universo durante la vida de un ser humano.

Imagen de portada: Concepto de nave espacial con Warp Drive.

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Avi Loeb. 19 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Ciencia/Física/Gravitación cuántica/Teoría.

Los agujeros de esta planta no son solo un buen diseño natural.

Esta planta ha encontrado una forma inteligente de evolucionar para evitar el estrés, lo hace incorporando agujeros a sus hojas.

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Existe una infinidad de variedades de plantas en el mundo. Con grandes gamas de tonalidades de verdes y tantas texturas como sea posible, las hojas de las plantas fungen un papel importante en el funcionamiento vegetal. Por muchas décadas los biólogos se han preguntado por qué existe la planta conocida como Monstera deliciosa, que posee grandes agujeros que cubren sus hojas. Existen muchas posibles explicaciones, pero ninguna se ha probado por la ciencia, salvo una que acaba de salir a la luz gracias a una nueva investigación.

Teorías que intentan explicar los agujeros 

La Monstera deliciosa es una planta que se caracteriza por sus grandes hojas llenas de agujeros. Vive en sotobosque lo que significa que nace en las partes más cercanas al suelo, sin grandes alturas. Con anterioridad se ha intentado explicar la presencia de sus hojas agujeradas, se ha dicho que es un mecanismo de protección ante fenómenos tempestuosos del clima. Durante huracanes y ventiscas violentas, los agujeros dejarían pasar el viento sin causar daño a las plantas.

monstera deliciosa en la selva

Otra teoría se basa en la regulación de temperatura, se cree que los agujeros permiten la correcta circulación de agua a través de toda la superficie de las hojas, manteniendo la temperatura adecuada para subsistir. Incluso también se ha sugerido que es una defensa de camuflaje que les permite esconderse de animales herbívoros y de esta forma, mantenerse a salvo de plagas. Sin embargo, ninguna de estas teorías tiene un respaldo científico que haya comprobado su veracidad.  

La única teoría con un sustento científico es la que Christopher Muir de la Universidad de Indiana ha planteado en su nuevo artículo publicado en The American Naturalist. Esta sugiere que los agujeros en la planta son una forma de adaptación a la vida de la selva.

Una forma inteligente de captar más luz 

La Monstera deliciosa vive en sotobosque, la región más apegada al suelo y donde la luz solar no llega en grandes cantidades. Por lo tanto, las posibilidades de subsistencia dependen de su capacidad de capturar la energía solar para posibilitar la fotosíntesis. Muir sugiere que contrario a lo que parece, los agujeros son una forma de aprovechar más eficientemente la luz solar.

patron de agujeros en la hojas de la planta

Mediante modelos matemáticos comparó la eficiencia fotosintética de las hojas perforadas, ante aquellas que presentan una superficie normal. Descubrió que ambas formas se benefician de la misma manera ante la misma cantidad de luz. Sin embargo, las hojas sólidas ocupan menos espacio por lo que su acceso a la luz es más restringido. En cambio, la Monstera es capaz de hacer crecer sus hojas hasta alcanzar un mayor tamaño mediante la distribución de agujeros. Y de esta forma, tiene mayores posibilidades de exponerse ante el sol para recolectar la cantidad de energía necesaria para la fotosíntesis.

En ese sentido, la forma alterada de la hoja se vuelve más fiable para la supervivencia, haciendo que la planta se estrese menos ante la carencia de luz. Es como si la naturaleza hubiera encontrado la forma de extenderse por áreas más grandes con la misma cantidad de materia y los mismos requerimientos energéticos que una planta de hojas sólidas, pero más pequeñas. Un mecanismo sumamente interesante que nos demuestra la inteligencia de la evolución en los seres vivos.

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

FUENTE RESPONSABLE:Referencias: Muir, C. How Did the Swiss Cheese Plant Get Its Holes? The American Naturalist. 181, (2). DOI

Ponen a prueba teoría de Stephen Hawking sobre los agujeros negros y la materia oscura.

Una reciente investigación intenta comprobar si los agujeros negros se originaron tras el Big Bang y si estos están conformados por materia negra, una sustancia que se encuentra en el espacio y de la que poco se conoce.

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Un modelo alternativo de cómo se formó el Universo propone que los agujeros negros se pudieron crear inmediatamente tras el Big Bang, lo que podría explicar qué es la materia oscura y cómo surgieron los agujeros negros supermasivos, idea sugerida inicialmente por el reconocido científico británico Stephen Hawking y su colega Bernard Carr en la década de 1970.

Una reciente investigación, dada a conocer este viernes (17.12.2021) por la revista especializada The Astrophysical Journal, sugiere que los agujeros negros primordiales, que habrían existido desde el inicio del universo, podrían formar a su vez la materia oscura, que es aún desconocida y de la que solo se conocen algunas propiedades.

La investigación demuestra que, «sin introducir nuevas partículas o nueva física, podemos resolver misterios de la cosmología moderna, desde la naturaleza de la materia oscura hasta el origen de los agujeros negros supermasivos», señaló uno de los autores, Nico Cappelluti, de la Universidad de Miami (Estados Unidos).

El misterio del tamaño de los agujeros negros

En teoría, si la mayoría de los agujeros negros se formaron inmediatamente después del Big Bang, podrían haber empezado a fusionarse en el Universo primitivo, formando agujeros negros cada vez más masivos con el tiempo.

«Los agujeros negros de distintos tamaños siguen siendo un misterio. No entendemos cómo los de tipo supermasivo han podido crecer tanto en el tiempo relativamente corto desde que existe el Universo», destacó Günther Hasinger, Director científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) y también autor del estudio.

En el otro extremo de la escala, también podría haber agujeros negros muy pequeños, como sugieren las observaciones de la misión Gaia de la ESA, y si existen, son demasiado pequeños para haberse formado a partir de estrellas moribundas.

¿Cómo podrían haberse formado el resto de los agujeros negros?

Según este modelo, el Universo estaría lleno de agujeros negros por todas partes y las estrellas comenzarían a formarse alrededor de estos cúmulos de «materia oscura», creando sistemas solares y galaxias a lo largo de miles de millones de años.

Si las primeras estrellas se formaron realmente alrededor de los agujeros negros primordiales, esto significa es estos «existirían antes en el Universo de lo que espera el modelo estándar».

«Los agujeros negros primordiales, si es que existen, bien podrían ser las semillas a partir de las cuales se forman todos los agujeros negros, incluido el que se encuentra en el centro de la Vía Láctea», afirmó otro de los autores, Priyamvada Natarajan, de la Universidad de Yale.

Nuevas tecnologías para saber más sobre el origen.

La misión Euclid de la ESA, que explorará el Universo oscuro con más detalle que nunca, podría desempeñar un papel importante en la búsqueda de agujeros negros primordiales como candidatos a materia oscura.

Además, el nuevo telescopio espacial James Webb, una «máquina del tiempo cósmica» que se remontará a más de 13.000 millones de años, arrojará más luz sobre este misterio.

Si las primeras estrellas y galaxias ya se formaron en la llamada «edad oscura», el James Webb, que está previsto que se lance antes de que termine este año, debería ser capaz de ver pruebas de ellas, añadió Günther.

Imagen de portada: Imagen de un agujero negro dada a conocer el 25 de marzo de este año por el Instituto de Astronomía y Ciencias del Espacio de Corea del Sur.

FUENTE RESPONSABLE: Made for Minds. Diciembre 2021

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