Cuando morir era la moda: así construyó la tuberculosis el estándar de belleza femenina.

ESPECULANDO CON LA DESGRACIA

Dos de las hermanas Brönte murieron a causa de ella. Después llegó Fantine en ‘Los miserables’ o Katerina Ivanova en ‘Crimen y castigo’… La tisis, como se conocía en el siglo XIX, mató y vistió a miles de mujeres.

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«Últimamente, la enfermedad de Anne ha asumido un carácter menos alarmante que al principio: la agitación se alivia; la tos se calma a veces. Si pudiera saber que viviría dos años, un año más, estaría agradecida: temía los terrores del veloz mensajero que nos arrebató a Emily en unos pocos días», escribió Charlotte Brönte en su diario en 1849. 

Había perdido a una de sus hermanas y estaba a punto de perder a otra. Hoy conocidas y reconocidas como grandes escritoras, ambas murieron jóvenes a causa de la misma enfermedad. 

En las mismas páginas de aquel diario de una joven en duelo, una frase se interpone a todo el relato de la muerte acechando su casa: «La tisis, soy consciente, es una enfermedad halagadora». Con todo, Brontë parece mostrar con ella aprecio por una infección. La tisis se había adentrado más allá del organismo, en el subconsciente de toda una sociedad, Charlotte dejó prueba de ello. Solo quedaban 4 años para que el compositor Giuseppe Verdi presentara el ideal de una hermosa heroína en su ópera La Traviata. Una heroína que moría lentamente.

Verdi se inspiró en una obra que era en sí misma una adaptación de la novela de Alexandre Dumas La Dama de las Camelias. La historia era de todo menos una ficción: seguía en su vida a la cortesana y víctima de tisis, Marie Duplessis. Un retrato la había convertido en famosa por su piel extremadamente blanca y sus ojos oscurecidos que encumbraban a la perfección, nunca mejor dicho, la estética consuntiva de la época. El personaje de Fantine en Los Miserables se uniría a ella, y también Katerina Ivanova en Crimen y Castigo. La tisis, es decir, la tuberculosis, era un estándar, un sueño, un delirio hacia las mujeres.

Delicadas y pálidas

Las víctimas nobles y hermosas de la tuberculosis fueron un tema común durante todo el período conocido como la era victoriana en Inglaterra (y puestos así en gran parte de la Europa del momento). Basta un vistazo rápido para encontrar innumerables pinturas que a lo largo del siglo XIX plasmaron a niñas y mujeres víctimas de esta enfermedad, delicadas y pálidas en la cama rodeadas de seres queridos afligidos o reposando en un paisaje natural acompañadas por pájaros, que ilustran la metáfora de un espíritu listo para dejar el cuerpo.

Una chica enferma de tuberculosis reposa mientras su enfermera le lee un libro. (Wikimedia)

A mediados del siglo XIX, la tuberculosis había alcanzado niveles epidémicos, volviéndose responsable del 25% de las muertes anuales solo en Europa. La enfermedad, que ahora se sabe que es infecciosa, ataca primero los pulmones y poco a poco va dañando otros órganos. Como explica la periodista Emily Mullin en Smithsonian, sus víctimas se consumían lentamente, y en el proceso de volvían pálidas y delgadas hasta morir. Aún quedaban décadas, hasta 1928, para que en el St. Mary’s Hospital de Londres, Alexander Fleming descubriera la penicilina y con ella la introducción de antibióticos se hiciera posible.

Enferma de tuberculosis reposa en un balcón mientras la muerte, representada como un esqueleto con una guadaña, la observa. (Wikimedia)

Cuando la tuberculosis comenzó a propagarse durante la era victoriana, su recorrido no era nuevo. Se trata de una de las enfermedades más antiguas conocidas, tanto que incluso se han encontrado en momias evidencias de sus consecuencias. Pero entonces, como su cura, esto no lo sabían. En la actualidad, sigue provocando la muerte en países empobrecidos. Los investigadores estiman que más de mil millones de personas han muerto a lo largo de la historia.

¿Qué estaba pasando?

Dos siglos atrás, la forma en que se contraía aún no se entendía bien, pero su carga se acentuó tanto en comparación con otros tiempos que llegado el momento a los científicos de la época no les quedó más remedio que centrarse en ella. Se había convertido en una epidemia, matando a casi 1 de cada 5 personas en Europa. De aquellas muertes, resulta que el 40% se producían en ciudades densamente pobladas. ¿Qué ocurría?

La Miseria, de Cristóbal Rojas (1886). Rojas tenía tuberculosis cuando pintó esto. Aquí describe el aspecto social de la enfermedad. (Wikimedia).

Mientras en los laboratorios y las convenciones tanteaban respuestas a la gran pregunta, la enfermedad se tornó un estándar. A menudo se le llamaba «consunción» debido a la cantidad de peso que perdían quienes la padecían. También la apodaron «la peste blanca» por lo pálida que se ponía la gente. Sin embargo, su apodo definitivo fue «la enfermedad romántica». Contra todo pronóstico, o no, la sociedad se enamoró, literalmente, de los efectos físicos de contraerla. La piel pálida, las cinturas delgadas y los labios y las mejillas enrojecidos por las fiebres prolongadas que producía enmarcaron la idea de belleza. La tisis hacía que las mujeres enfermas parecieran mucho más débiles y apagadas (estaban muriendo, como para no estar apagadas). Los retratos de pintores que se enfrentaban a la enfermedad de sus esposas o hijas convirtiéndolas en musas, como es el caso de Abbott Thayer, condujeron a la moda a inclinarse hacia lo puritano para emular el destello celestial de aquellos cuadros.

Mis hijos, por Abbott H. Thayer. Podemos ver en el centro a la hija mayor del artista, viudo de su esposa y madre de los tres pequeños a causa de la tuberculosis. (Wikimedia)

Amoníaco por aquí, plomo por allí

«Está claro por qué los artistas se abstendrían de conmemorar el estado agonizante de sus seres queridos en favor de una representación más halagadora. Desafortunadamente, el instinto complicó las cosas significativamente. El hecho de que los efectos de la tuberculosis se consideraran atractivos en la era victoriana, incluso deseables, socavó la naturaleza letal de la enfermedad», apunta al respecto la periodista cultural Annie Lyall Slaughter en la revista digital Cultured. Así, como si la falta de sol no fuera suficiente para muchas mujeres de clase alta del momento, ¿por qué no empolvarse la cara para parecer aún más pálidas?

A la izquierda, un recorrido visual por los diferentes patrones de la moda femenina a lo largo del siglo XIX; a la derecha, vestidos de gala, una ilustración de finales de 1870. (Wikimedia)

Entre mediados y finales del siglo XIX, los efectos blanqueadores de la tuberculosis eran tan codiciados que las mujeres comenzaron a tragar obleas de arsénico (falsamente anunciadas como «absolutamente inofensivas»), lavarse con amoníaco y cubrirse el cuerpo con pinturas blancas y esmaltes tóxicos: cremas a base de plomo, tiza y pizarra, que se usaban en todo el rostro y, en realidad, donde fuera, como detalla la escritora estadounidense Mimi Matthews en su libro A Victorian Lady’s Guide to Fashion and Beauty. 

Obligadas por la mirada de ellos, las rutinas de tocador se alargaron al tiempo que la ropa se estrechaba. Corsés, crinolinas y largos vestidos que empujaron su postura a un estado frágil e inestable… El look perfecto para autodestruirse, o el gancho ideal para toda bacteria.

De lo neoclásico a lo fatal

Hasta el comienzo de la era victoriana a mediados de los años 30, el estilo de vestir neoclásico había sido la gran tendencia entre las mujeres de clase alta. Telas delgadas y transparentes y líneas rectas ajustadas que ocultaban la figura femenina. Paulatinamente, se desabrocharon el pecho y el cuello para resaltar aquellas pieles pálidas y mostrar una buena estructura ósea en forma de clavículas prominentes. La única zona del esqueleto que se libró de un trato fatal.

Ilustración de mediados del siglo XIX que resalta con ironía la moda para las mujeres en aquel momento. (Wikimedia)

De hecho, no es casualidad que la invención de la jaula de crinolina de acero con resorte en la que se debían enfundar todas las mujeres «respetables» ocurriera en 1856. Y para rematar, los bajos se volvieron cada vez más largos, como auténticas colas que tapaban la sombra y alargaban las siluetas que establecía el corsé requerido para tales vestidos. Por supuesto, el resultado terminaría siendo una figura encorvada y un cuerpo bastante debilitado por la falta de capacidad para respirar correctamente un aire cada vez más contaminado. El inmenso crecimiento industrial que estaba sucediendo cubría las ciudades de una polución para la que tampoco había cura… El mundo se acercaba a la industrialización masiva en un escenario de constante prueba y error que enfermaba (y enfermó) a cualquiera.

El ideal de belleza o los ojos masculinos

En este sentido, añade Lyall que «fueron artistas, poetas y escritores quienes crearon representaciones extravagantes de la terrible enfermedad en un frenesí febril para hacer que sus efectos fatales fueran más fáciles de comprender. 

Mientras la enfermedad exterminaba en masa, provocando heridas sangrientas, dolores debilitantes en los pulmones e interminables días de agotamiento, los artistas visuales utilizaron sus herramientas para llevar el dolor, representando la angustia de la tisis como si fuera nada menos que algo hermoso. Nacía un nuevo período de exaltación de los muertos (o futuros muertos)». En palabras de Carolyn Day, profesora de historia en la Universidad de Furman en Carolina del Sur y autora del libro Consumtive Chic: A History of Fashion, Beauty and Disease, «la tuberculosis potenció aquellas cosas que ya están establecidas como bellas en las mujeres». 

Day explica para Smithsonian que por eso entre la clase alta se comenzó a juzgar la predisposición de una mujer a la tuberculosis nada más y nada menos que por su atractivo. El apogeo de esta llamada «elegancia consuntiva» llegó también a las mujeres de clase media, que también se vieron engullidas por aquel patrón mortífero.

De izquierda a derecha: retrato de Elisabeth Kaiserin von Österreich (Sisí), por Franz Xaver Winterhalter en 1865; María Adelaida de Austria en 1848, por Benoit Hermogaste Molin, y la Reina Victoria en un retrato el día de su boda, en 1847, por Franz Xaver Winterhalter. (Wikimedia)

Si bien es cierto que no solo las mujeres fueron víctimas de aquella moda desproporcionada. A finales del siglo XVIII, los artistas ya quisieron tratar la enfermedad como una oportunidad de alcanzar cierta conciencia elevada, una visión creativa y una agudeza intelectual. Algunos, como el poeta John Keats o el pianista Frédéric Chopin, murieron jóvenes de tuberculosis, unos genios. Su reputación quedaría para siempre consolidada por «una aflicción de artistas», recuerda Elizabeth Lee, profesora de Historia del Arte en el Dickinson College, en The Conversation.

Por fin encontraron los gérmenes

Pero una muerte lenta y dolorosa era imposible de esconder entre metáforas. A menudo, especialmente para quien podía pagarlo, los médicos recomendaban a las personas afectadas que se mudaran una temporada a un lugar tranquilo, con naturaleza y con aire fresco. Recetaron pasar tiempo al sol y dedicarse a la introspección. De esta forma, para la década de 1870 el interés por los sanatorios se popularizó. Se creía el que las personas que tenían tuberculosis, o que pensaban que la tenían, podían fortalecerse en recintos cerca de las montañas, el desierto o el mar, supervisados médicamente.

Llegada la última década del siglo, los científicos comenzaron a comprender la teoría y la transmisión de los gérmenes. Resultó que las mujeres se contagiaban más que los hombres, así que comenzaron a darse cuenta de que, por lo que sea, la vestimenta de ellas podría ser el motivo directo de su muerte: no era higiénico tener faldones largos arrastrando y barriendo el suelo de las calles.

Una joven con tuberculosis, por Gustave Léonard. (Wikimedia)

Cuando los científicos tuvieron la voluntad de pararse en ello, también se dieron cuenta de que emular aquella estética con corsés restrictivos que aplastaban los pulmones era contraproducente, sobre todo teniendo en cuenta que la tuberculosis causaba por sí misma fuertes ataques de tos. La observación condujo a los llamados «corsés de salud», una opción más flexible, o a los vestidos que se ceñían en la cintura para permitir un efecto adelgazante sin la necesidad de otra pieza debajo. Como era de esperar, tal vez, cuando la tuberculosis pasó de moda se asoció con las clases más bajas y pobres. ¿Que fue una vez una enfermedad trágicamente hermosa entre los ricos? Si te he visto, no me acuerdo. 

A comienzos del siglo XX aquellos mismos ricos la asociaron con la miseria y la pobreza. Ahora, las apariencias saludables y vigorosas eran el verdadero símbolo de riqueza. Gran parte de la simpatía hacia las afectadas y los afectados se perdió una vez que la enfermedad «mutó» de clase. Si bien el ideal victoriano en torno a lo tísico no ha sobrevivido hasta el siglo actual, la tuberculosis ha tenido efectos persistentes en las tendencias de la moda y la belleza posteriores a las de la época victoriana. Una vez que los dobladillos de las mujeres aumentaron unos centímetros a principios de la década de 1900, por ejemplo, los estilos de zapatos se convirtieron en una parte cada vez más importante del aspecto general. Asimismo, los baños de sol como tratamiento desembocaría en el fenómeno moderno del bronceado.

Imagen de portada: Fotografía de una chica enferma de tuberculosis, por Henry Peach Robinson. (Wikimedia)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Carmen Macías. 5 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Historia/Social/Moda.

Picasso & Coco Chanel: la amistad de dos genios que dejaron de lado sus egos en pos de una sociedad creativa.

Con una muestra dedicada a la dupla en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, España inaugura los homenajes del Año Picasso: en 2023 se cumplen cinco décadas de la muerte del pintor.

MADRID. — Pablo Picasso será el gran protagonista cultural del año 2023. Como preludio de las múltiples exposiciones y eventos que organizan los gobiernos de España y de Francia para conmemorar el 50°aniversario de su muerte, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una original propuesta. Picasso/Chanel explora la amistad entre el artista español y la diseñadora francesa a través de obras de arte –cuadros, dibujos, vestidos y trajes–, que viajaron a Madrid desde distintos museos, americanos y europeos, y desde colecciones privadas para invocar este universo en el que dos genios dejaron sus egos de lado y crearon una fértil sociedad creativa. También se inauguró Imagine Picasso, una exposición multisensorial e inmersiva.

«Naturaleza muerta con paloma», una de las obras que integra la exposición Picasso/Chanel, en el Thyssen, de Madrid. museothyssen.org

Pablo Picasso (1881-1973) y Gabrielle Chanel (1883-1971), más conocida como Coco, se conocieron en la primavera de 1917 en París cuando ambos gozaban de reconocimiento. Picasso contaba ya con el vínculo con el marchante Paul Rosenberg, quien colaboró con la proyección mundial del artista, mientras que Chanel había inaugurado la Maison Chanel y su casa de modas en Biarritz. Fueron presentados posiblemente por el dramaturgo Jean Cocteau o por la mecenas y pianista Misia Ser. Entre ambos surgió una gran amistad basada en una profunda admiración mutua.

Una de las anécdotas que revela la complicidad que existía entre ambos es aquella que ocurre en una fiesta de disfraces organizado por Étienne de Beaumont en 1920. Picasso, su mujer y Misia Ser decidieron no asistir porque Chanel no había sido invitada, a pesar de que había desplegado su talento en la confección de varios trajes que allí se lucirían. Sin embargo, los amigos se presentaron en la puerta de aquel sofisticado evento y se escondieron junto a los choferes para espiar la llegada de los invitados.

Vestido de noche (1927-1928) diseñado por Coco Chanel

Vestido de noche (1927-1928) diseñado por Coco Chanel. museothyssen.org

Los dos creadores celebraron juntos la víspera de Navidad de 1920 en la casa de la rue Cambon de la diseñadora. También acudieron a aquella cita figuras de la bohemia: Serge Lifar, Satie, Jacques Lipchitz, Georges Braque, Jean Cocteau, Raymond Radiguet, Misia Sert, Caryathis, Blaise Cendrars y Los Seis, un grupo de jóvenes compositores. En el verano de 1921, Picasso estaba instalado en Fontainebleau con su mujer, Olga Ojlova, y su hijo Paulo, precisa Paula Luengo, la curadora de la exposición. El artista debe regresar a París y dado que no soporta la soledad de su departamento, Chanel lo recibe en su casa que se había convertido en el epicentro de las vanguardias. Juntos acudieron en 1921 al estreno del ballet Los novios de la Torre Eiffel, de Cocteau. Estos dos espectadores pronto se convertirán en socios creativos.

En 1922 Picasso y Chanel colaborarían por primera vez en la puesta de Antígona, la tragedia en versión de Cocteau: Picasso diseñó el telón y las máscaras, mientras que Chanel, el vestuario. En 1924 volverían a reunirse para brindar su talento a los Ballets Rusos de Serguei Diaghilev en El tren azul, con libreto de Cocteau. El realizador ruso descubrió una pieza en el taller de Picasso, Dos mujeres corriendo por la playa (La carrera), que ofició como telón de obra, mientras que Chanel diseñó los trajes para los bailarines inspirados en sus propios modelos deportivos.

La exposición Picasso/Chanel abarca las décadas de 1910 y de 1920, años de ebullición artística y de juventud de ambos creadores. Los archivos del Museo Picasso de París conservan una invitación de 1918 de Chanel a los Picasso para asistir a una cena en su residencia y una fotografía que Coco guardaba de su amigo Pablo. La exposición da cuenta de la retroalimentación entre ambos creadores.

El cubismo y el estilo Chanel, uno de los tramos de esta muestra, presenta la influencia de este movimiento en las creaciones de la diseñadora. En el sentido opuesto, da un ejemplo en el programa de la exposición Marika Genty, delegada del patrimonio Chanel, que la diseñadora también fue una musa para el pintor: “La idea de la petite robe noire, el «pequeño vestido negro», nació de una traviesa ocurrencia de Gabrielle Chanel durante una velada en la ópera («Estos colores son imposibles. Voy a vestirlas de negro, a todas estas»). Gracias a su tratamiento monocromo, y a su juego con los contrastes, los efectos de texturas, los materiales y los brillos, Chanel casa el negro con la elegancia y, mediante esta elección tan radical, renueva el uso del negro, limitado hasta entonces al luto o al ámbito doméstico, para dar preeminencia a la línea y las proporciones”. La monocromía de Chanel presente para construir espacios también lo estaba en la obra de Picasso.

Cabeza de mujer (Fernande), 1909-1910, que podía verse en el 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, se expone en el Thyssen en la muestra Picaso/Chanel

Cabeza de mujer (Fernande), 1909-1910, que podía verse en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, se expone en el Thyssen en la muestra Picasso/Chanel. museothyssen.org

“La comparación directa entre los diseños de Chanel y la obra de Picasso, la evidencia de su parentesco formal y la sospecha de que existen lazos profundos que unen el trabajo de ambos, invitan a suspender por un instante las categorías y considerar cada objeto, cada vestido y cada cuadro como parte de un lenguaje común, fruto de aspiraciones e influencias compartidas”, explicó Juan Gutiérrez, uno de los expertos en el vínculo entre ambos creadores.

Bernard Ruiz Picasso, nieto del artista, estuvo presente en la inauguración de la muestra en el Thyssen: “Creo que celebrar al siglo XX a través de dos figuras importantes es algo imprescindible y necesario en nuestro mundo, especialmente en estos días en los cuales vivimos tiempos difíciles, en Europa y en el planeta, donde hay muchas preguntas sin respuesta”.

Abrigo diseñado por Coco Chanel; integra la muestra Picasso/Chanel

Abrigo diseñado por Coco Chanel; integra la muestra Picasso/Chanel

museothyssen.org

Un ambicioso plan de homenaje

Celebración Picasso 1973-2023 es el nombre del evento cultural que tendrá su epicentro el 8 de abril de 2023, fecha en la que se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Picasso en la población francesa de Mougins. Los gobiernos de Francia y España han trabajando de modo conjunto en un agenda integrada por más de cuarenta exposiciones, dos congresos académicos y eventos que se celebrarán en varias ciudades.

En España son quince los museos e instituciones que participan de estos homenajes: entre otros, el Museo del Prado, el Museo Reina Sofía, el Thyssen Bornemisza (además de la muestra Picasso/Chanel prepara para 2023 otra muestra que se llamará Picasso. Lo sagrado y lo profano), el Museo Picasso de Barcelona, el Museo Picasso de Málaga, el Museo de Bellas Arte de A Coruña, el Guggenheim de Bilbao, la Fundación Miró en Barcelona, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Mapfre.

Además del Thyssen, también se adelantó a los homenajes el Museo Nacional del Greco, en Toledo, al recibir por primera en su historia la obra de Picasso en su edificio gracias a un intercambio institucional con el Kunstmuseum Basel (Suiza). El Greco fue una gran fuente de inspiración para Picasso. También en París se inauguró en el Museo de Montmartre una muestra sobre el vínculo artístico entre Picasso y Fernande Olivier. Carlos Alberdi, portavoz de la comisión nacional de la Celebración Picasso 1973-2023, destacó en la presentación de Picasso/Chanel: “Es un homenaje debido a uno de nuestros más importantes artistas del siglo XX que murió sin poder volver a pisar España por razones políticas que todos conocemos”.

A su vez, esta semana se inauguró en el predio Ifema Palacio municipal una muestra inmersiva llamada Imagine Picasso. Los visitantes pueden disfrutar de la obra del genial artista andaluz e ingresar en su universo gracias a la bondades tecnológicas. En Buenos Aires resultó un éxito la muestra Imagine Van Gogh cuyos responsables son los mismos de la muestra multisensorial de Picasso en Madrid.

España y Francia serán los principales anfitriones, pero no los únicos. En el Museo Picasso de Munster se inauguró una muestra sobre dos mujeres que dejaron importantes escritos sobre su relación con Picasso: Fernande Olivier y Françoise Gilot. Además, en el Metropolitan Museum de Nueva York se inaugurará en este marco de homenajes una muestra sobe el cubismo y el trampantojo.

Coco Chanel hizo célebre la frase “menos es más”, sin embargo, cuando se trata de brindar un homenaje a Picasso, parafraseando a la diseñadora, “más es más”, o quizá nunca sea suficiente.

Imagen de portada: El pintor español Pablo Picasso y la diseñadora francesa Coco Chanel, amigos y socios creativos. GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: La Nación. Por Laura Ventura. 8 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Arte/Pintura/Moda/España.

 

La razón química de por qué los jeans originales eran azules (y por qué se llaman jeans o denim).

Los jeans, que la Academia de la Lengua prefiere que llamemos «vaqueros», podrían usarse como significado alternativo de la palabra ubicuidad.

Aunque en unos pocos lugares del mundo su uso es restringuido, parecen estar en todas partes, desde Azerbaiyán hasta Zimbabue, desde Groenlandia en el norte hasta las ciudades más meridionales de Chile.

De hecho, según el Global Denim Project, que analizó la historia, alcance, economía y consecuencias de la dominación mundial de la mezclilla, cualquier día de cualquier año, la mayoría de la población mundial tiene puesto al menos un artículo de esa tela.

Los historiadores aún debaten sobre su lugar de nacimiento, pero una de las opiniones más mentadas es que fue Nimes, Francia.

La serendipia, como ocurre a menudo en momentos de creación, jugó su parte.

Los tejedores de Nimes estaban intentando replicar de un tejido de algodón resistente conocido como ‘jean fustian’, una tela medieval robusta de algodón y lino hecha en Génova, que se escribía Gene o Genes y, a mediados del siglo XVI en Francia, Jean.

Aunque fallaron, se dieron cuenta de que habían desarrollado un tejido único y resistente como ningún otro.

Era una sarga de algodón trenzado que fabricaban pasando la trama por debajo de los hilos de la urdimbre (los que se colocan en el telar paralelamente para formar una tela).

Tiñiendo algodón con índigo.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Usaban índigo, uno de los tintes más antiguos, para teñir de azul los hilos de la urdimbre, pero dejaban los hilos de la trama con su color blanco natural.

El proceso le daba a la tela un color azul único en un lado y blanco en el otro.

Lo llamaron Serge de Nîmes o español sarga de Nimes. Lo clave, en este caso, es que, en el siglo XVII, entró en inglés como «sarga denim».

Una corazonada

Así que algo similar a la mezclilla había existido por un tiempo, teñida con el añil de las plantaciones en India.

Pero los jeans tal y como los conocemos llegaron un poco más tarde, con la reunión de un latvio, Jākobs Jufess, y un alemán, Löb Strauß.

Como muchos de los nuevos inmigrantes a Estados Unidos en el siglo XIX, cambiaron sus nombres a su llegada: Jacob Davis y Levi Strauss.

En la década de 1870 al sastre Davis le encargaron que hiciera un par de pantalones de trabajo muy resistentes.

Tuvo la corazonada de que si tomaba un pedazo de pequeño remache de metal y lo ponía en los puntos de tensión de un par de pantalones, justo alrededor del área del bolsillo, podría crear un par de pantalones muy duraderos.

Dibujo de patente para 'sujeción de aberturas de bolsillo' por Jacob Davis (como JW Davis), 20 de mayo de 1873.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Dibujo de patente para ‘sujeción de aberturas de bolsillo’ por Jacob Davis (como JW Davis), 20 de mayo de 1873.

La corazonada resultó ser correcta.

Los pantalones fueron tan bien recibidos que comenzó a correr la voz y recibió tantas solicitudes que decidió escribirle a su proveedor de telas, Levi Strauss en San Francisco y preguntarle si estaba interesado en obtener una patente.

Strauss aprovechó la oportunidad, invitó a Jacob Davis a mudarse a San Francisco, y juntos manufacturaron los primeros jeans del mundo.

Ese color que tienen…

Originalmente ofrecieron dos variedades: de loneta marrón y de mezclilla azul.

Pero mientras que los blue jeans se vendieron como pan caliente, pocos querían los otros.

Según la historiadora Lynn Downey en «Una corta historia de la mezclilla», la razón probablemente era que «apenas alguien usaba un par de pantalones de mezclilla, experimentaba (…) cómo se volvía más cómoda con cada lavado, no quería los de loneta, porque con esos siempre te sientes como si tuvieras puesta una tienda de campaña».

Jeans tirados al lado de cama

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Sin embargo, eso no explica la razón por la cuál el color preferido fuera el mismo índigo que habían usado hacía siglos los tejedores de Nimes.

Aunque un poco sí.

La mezclilla original era teñida con tinte de la planta Indigofera tinctoria.

A diferencia de la mayoría de los tintes naturales que, en altas temperaturas, penetran las fibras de la tela directamente, el índigo se adhiere sólo al exterior de los hilos.

Al lavar la áspera mezclilla, algunas de estas moléculas de tinte se eliminan, llevándose cantidades minúsculas de los hilos con ellas, pero como el material es tan fuerte, perder algunas fibras no lo arruina.

De hecho, lo mejora, pues cuanto más lo lavas, más suave queda.

Para los trabajadores, una prenda lo suficientemente resistente para soportar arduas labores que se volvían más cómodos pero no delicados, era ideal.

Esa cualidad de adaptarse al cuerpo de cada persona, convirtiéndose en una segunda piel que se desgasta con el paso de la vida, los hizo omnipresentes.

De cierta forma, una tela que se ve mejor a medida que envejece es el invento perfecto.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 25 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Moda/Historia/Ciencia.

 

 

 

 

 

 

Diez frases de Coco Chanel sobre la vida, la mujer y la elegancia en su aniversario

La diseñadora de Saumur, Francia, que rompió con la rigidez en el vestir de la Belle Époque, nació un 19 de agosto de 1883

Cuando tenía doce años la pobreza de sus padres la llevó a un orfanato donde aprendió a coser y bordar. Un recuerdo que Gabrielle, su verdadero nombre, siempre quiso olvidar y ocultar. Del orfanato a un internado religioso y después a la vida como ayudante en una sastrería y a cantante de cabaret.

Su romance con Éttiene Balsan la introdujo en la alta sociedad. A Balsan le sustituyó el capitán inglés Arthur Edward «Boy» Capel, quien financió sus primeras tiendas. Antes su gusto, oportunismo e inteligencia ya le habían proporcionado una red de clientes entusiasmados con sus ideas y creaciones.

Chanel nº5 y el bronceado

Los primeras fueron los sombreros y después llegó la ropa informal de lujo que de su local éxito en Deauville acabó en las páginas de Vogue. Luego de esto fue la consagración, la marca y el imperio. El traje de tweed, el traje negro, el bolso, la camelia, el Chanel nº5 y hasta el bronceado que instituyó como signo de elegancia y lujo, cuando antes lo era de los trabajadores a la intemperie. Ingenios e interpretaciones que le permitieron el empleo y el hallazgo de cientos de frases míticas de las que aquí destacamos diez:

DIEZ FRASES DE COCO CHANEL

  • «No hago moda, yo soy la moda»
  • «El acto más valiente es pensar por una misma. En voz alta»
  • «El único modo de ser irreemplazable siempre es ser diferente»
  • «Si estás triste, ponte más pintalabios y ataca»
  • «La libertad siempre es elegante»
  • «Una mujer debería ser dos cosas: elegante y fabulosa»
  • «Sé elegante. Sé cualquier cosa, pero no seas cutre»
  • «La elegancia implica renuncia».
  • «Adornos, ¡qué ciencia! Belleza, ¡qué arma! Modestia, ¡qué elegancia!»
  • «No sé por qué las mujeres se interesan por tener aquello que tienen los hombres, cuando una de las cosas que las mujeres tienen es a los hombres».

Imagen de portada: Coco Chanel

FUENTE RESPONSABLE: El Debate. España. Por Mario de Las Heras. 19 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Alta costura/Moda/Coco Chanel

 

La supermodelo Kate Moss habla sobre los peligros en la industria de la moda para los adolescentes.

La supermodelo británica Kate Moss reveló cómo una sesión de fotografía que hizo cuando era adolescente le abrió los ojos sobre los peligros de la industria de la moda.

En una intervención en el programa de radio de la BBC Desert Island Discs, Moss habló de una ocasión en la que un hombre la quería fotografiar para un catálogo de brasieres.

La modelo tenía apenas 15 años y el fotógrafo le dijo que se quitara el sostén.

Kate Moss dijo que la experiencia le había «agudizado el instinto» y como resultado le dio la capacidad de «detectar a una persona sin escrúpulos a leguas».

«Yo tendría unos 15 años y él me dijo: ‘Quítate la camisa'», contó.

«Me quité la camisa, en ese entonces era tímida en cuanto a mi cuerpo, y me dijo ‘quítate el sostén’ y pude darme cuenta de que algo no andaba bien, así que tomé mis cosas y salí corriendo».

La modelo fue descubierta por un agente de talento a la edad de 14 años y fue contratada por la agencia de modelaje Storm en 1988.

Ahora, con 48 años, le contó a la presentadora Lauren Laverne que iba a sesiones de casting en Londres sola, armada apenas con un mapa de bolsillo de las calles de la ciudad.

La cara de los 90

Moss se convirtió en una de las caras más famosas del mundo de modelaje y continúa en demanda por diseñadores y editores de revistas de todo el mundo.

Su figura extremadamente delgada, con una apariencia de niña abandonada, desafió la imagen de las esculturales y voluptuosas modelos que acaparaban las pasarelas en la década de los 90.

Kate Moss modelando en París en 1993

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Kate Moss modelando en París en 1993.

En 1992, posó en su primera campaña publicitaria importante para el diseñador Calvin Klein con el actor Mark Wahlberg, que en ese entonces era conocido como Marky Mark.

Pero Moss indicó que esa sesión de fotografía de ropa interior no le traía buenos recuerdos.

Posó semidesnuda para las fotografías y dijo que se sintió despersonalizada y «vulnerable y asustada».

Explicó que sufrió de ansiedad severa antes de la sesión y le recetaron valium para ayudarla a sobrellevar la experiencia.

El cuidado de las modelos

Lila Moss y Kate Moss

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Kate Moss tiene su propia agencia de modelos, entre las que se encuentra su propia hija, Lila.

Hoy en día es agente de modelos, con su hija Lila Moss dentro de su catálogo, a quien la icónica personalidad británica y mundial ha podido darle consejos sobre la industria de la moda.

«Le he dicho que no tienes que hacer nada que no quieras hacer», aseguró.

«Si no deseas hacer esta sesión de fotografía, si no te sientes cómoda, si no quieres ser una modelo, no lo hagas».

Explicó que cuida a sus modelos y se asegura de que un agente siempre esté con ellas durante una sesión de fotografía para que haya alguien allí que pueda decir «no creo que eso sea apropiado».

Juicio de Johnny Depp

Moss también habló abiertamente sobre el apoyo que le dio a su amigo John Galliano, el diseñador que fue encontrado culpable de abuso racista en 2011, y de su expareja, el actor Johnny Depp, durante el reciente juicio de difamación en Estados Unidos.

«Creo en la verdad y creo en la ecuanimidad y la justicia», aclaró.

«Yo sé que John Galliano no es una mala persona. Tenía un problema de alcohol y la gente cambia. Las personas no son ellas mismas cuando beben y dicen cosas que nunca dirían si estuvieran sobrias».

Continuó diciendo: «Conozco la verdad sobre Johnny. Sé que nunca me pateó de escaleras abajo. Tenía que decir la verdad».

La modelo Kate Moss testifica en el juicio de su expareja Johnny Depp

Kate Moss rinde testimonio via un enlace de video en el juicio de difamación de Johnny Depp contra su exesposa Amber Heard.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. La modelo rindió testimonio durante el juicio de demanda de su exnovio Johnny Depp contra su exesposa Amber Heard, en mayo.

Durante una época, Moss quizás era mejor conocida por sus polémicas fotos de moda tomadas por Corinne Day para la revista British Vogue en 1993.

Las imágenes de Day con las poses sugestivas de Moss fueron criticadas y generaron un debate en los medios sobre la llamada tendencia «chic de heroína».

«Creo que fui el chivo expiatorio de los problemas de mucha gente. Nunca fui anoréxica. Nunca lo he sido», declaró la modelo.

Kate Moss también habló de no creer que fuera fotogénica cuando era más joven, de ser pintada para un retrato del artista británico Lucian Freud y de la callada vida que vive en la campiña.

Kate Moss yPatsy Kensit durante la celebración del Jubileo de Platino de la reina Isabel II

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. Moss participó en el desfile durante la celebración del Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

Encuentro con un exmiembro de los Beatles

Entre las anécdotas que Moss mencionó en el programa Desert Island Discs, Kate estaba de compras navideñas con Anita Pallenberg y Marianne Faithfull, cuando vio al exmiembro de la banda The Beatles George Harrison a través de una vitrina.

«Él salió de la tienda y dijo, ‘¿Eres tú? ¿Eres Kate Moss?'».

«Le dije, ‘Sí, soy yo. ¿Tú eres George Harrison?’ y dijo, ‘Entra, entra, quiero comprarte un regalo de Navidad'».

Quería comprarle un suéter, pero a Moss le pareció tan feo que no lo aceptó, algo que llegó a lamentar.

«Ojalá le hubiera dejado comprármelo… hubiera sido mi suéter de George Harrison», dijo. «Lo amé tanto».

El programa Desert Island Discs está basado en las ocho canciones indispensables que la persona invitada llevaría consigo a una isla desierta.

Kate Moss escogió como su preferida el éxito de 1970 de George Harrison My Sweet Lord. «[La canción] fue relanzada la semana que murió y no podía dejar de llorar», expresó.

«Pensé, ‘¿qué me está pasando?’, era muy triste, pero no podía dejar de llorar y me enteré que estaba embarazada con Lila. Así que esa es mi canción con ella y para George».

Desert Island Discs es un programa de Radio 4 de la BBC. Puedes escuchar la edición en la que salió Kate Moss a quien BBC Sounds grabo.

Imagen de portada:BBC/AMANDA BENSON. Kate Moss habló sobre los primeros años de su carrera como modelo en un programa de radio de la BBC.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 24 de julio 2022

Sociedad y Cultura/Moda/Sociedad/Reino Unido/Mujeres

«¿Por qué una persona gorda que es feliz se toma como un mal ejemplo?»: Agus Cabaleiro, la modelo argentina que lucha contra la gordofobia.

Agus Cabaleiro se define como una militante del amor propio.

La influencer argentina de 27 años, licenciada en publicidad, modelo y creadora de contenido, es conocida por sus miles de seguidores como Online Mami.

Cabaleiro es activista del «body positivity», el movimiento que desafía los patrones estándar de belleza y empodera a las personas invitándolas a amar su cuerpo, cualquiera sea su tamaño.

Es un mensaje que ella comparte con miles de seguidores en su cuenta @onlinemami_ en Instagram y otras plataformas, así como en su libro «Te lo digo por tu bien. Sobre ser gordas y ocupar espacios con libertad».

Agus Cabaleiro habló con BBC Mundo sobre su lucha contra la gordofobia, las limitaciones que aún enfrenta en la sociedad y por qué es tan importante tenernos más respeto y tolerancia.

Quería empezar por el título de tu libro: «Te lo digo por tu bien» ¿Por qué ese título?

Es una frase que creo que hemos escuchado todas, todes, independientemente del tamaño de nuestro cuerpo. Obviamente se relaciona un montón con vivir y crecer con un cuerpo gordo donde la gente te recomienda cosas o te da consejos o te tira tips «por tu bien» y muchas veces con amor, con buenas intenciones, pero que denotan básicamente gordofobia.

¿Qué tipo de cosas te decían «por tu bien»?

Cuando era más chica mi mamá y mi abuela me decían mucho lo de «comé un poco menos porque vas a engordar, te lo digo por tu bien» y también me pasaba mucho con la ropa. «No te pongas un pantalón blanco, no te pongas algo tan apretado, algo tan cortito, te lo digo por tu bien».

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO

«Podemos tener una relación de amor hacia nuestro cuerpo, tener tolerancia, respeto».

Mencionaste la gordofobia, ¿cómo la entiendes en tu experiencia personal?

La gordofobia es básicamente aversión, miedo a las personas con cuerpos gordos y a ser gordo también.

Hay mucho de gordofobia internalizada. Tenemos miedo a engordar o como que se nos paran las antenitas cuando de repente sentimos que nuestro cuerpo está cambiando y que estamos engordando.

En tu libro dices que quieres que la gente le pierda el miedo a la palabra «gorda». ¿Por qué?

Estamos educados para entender que la palabra gordo es un insulto cuando en realidad es un adjetivo como flaco, alto, bajo, etcétera. El problema son todas las nociones que nosotros relacionamos con la palabra gorda y con la palabra flaca.

Cuando pensamos en alguien gordo, o nos enseñan que es así, pensamos en alguien que no tiene salud, que es tonto, torpe, que es feo, que no hace ejercicio, etcétera. Y por contraposición, cuando alguien es flaco pensamos que es saludable, que se ama, que se cuida, que se quiere. Eso es así porque nos enseñan eso desde que nacemos.

Entonces muchas personas dan vueltas alrededor de la palabra gorda y buscan eufemismos como «rellenita» o «grandota» para no decir que alguien es gordo o para no reconocerse gorda.

¿Por qué es tan importante la palabra en sí? Siempre dicen que las palabras tienen mucho poder.

Para mí es súper importante, justamente para sacarle el estigma que tiene. Yo me acuerdo de tener 14 o 15 años, plena adolescencia, y que me daba un retorcijón en la panza cuando escuchaba la palabra gorda y no la podía nombrar, no la podía escribir. O sea, a ese nivel.

Es como algo muy fuerte con la palabra en sí, con el sonido, es muy curioso como fenómeno. Entonces al principio del libro digo eso: uno de los objetivos de este libro es que le pierdas miedo a esta palabra porque ser gorda no es ser nada malo, solamente es un adjetivo. Es una descripción de tu cuerpo.

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. Agus Cabaleiro en una de las presentaciones de su libro en Buenos Aires.

En tu cuenta de Instagram te describes como militante del amor propio, ¿qué significa ser militante del amor propio? ¿cuál es el mensaje más importante que quieres dar?

El mensaje más importante es que se puede vivir una vida plena con el cuerpo que tengas, cualquiera sea su tamaño. Y que podés realmente tener una relación de amor hacia uno mismo y hacia nuestro cuerpo porque se puede tener tolerancia, se puede tener respeto, se puede tener amor propio en esa forma. Ése es mi mensaje, se puede vivir una vida plena y feliz, no importa el tamaño de tu cuerpo.

Volviendo a tu adolescencia, decías en otras entrevistas que te pasabas el verano muriéndote de calor con jeans. ¿Qué cosas dejabas de hacer?

Dejé de hacer millones, pero millones de cosas por tener un cuerpo gordo, porque me enseñaron que no las podía hacer.

Cuando era chica había un montón de ropa que no me podía poner porque no había talla y hoy hay un montón de cosas que tampoco me puedo poner porque todavía no hay talla.

Y hoy en día, como cuando era adolescente, hay lugares físicos a los que no puedo entrar, por ejemplo, hay boliches donde no te dejan entrar.

¿Cómo que no te dejan entrar?

Esto pasó toda la vida, siento que es algo que pasa en toda Argentina y que pasa a nivel mundial.

Hay circuitos de lugares para salir a bailar. Por ejemplo, podés ir a bailar a un lugar donde pasan toda música electrónica y la gente se viste de determinada manera.

Hay como circuitos de boliches y de bares.

Y me ha pasado todas las veces que intenté entrar que claramente no era bienvenida. Hacen pasar a todas tus amigas y a vos te dejan a un costado, y te dicen, bueno esperá y tené el DNI (identificación) en la mano. He llegado a esperar 40 minutos a la noche en la puerta de un lugar para que no me dejen entrar con excusas.

Y hay veces que te dicen literalmente «tus amigas no me avisaron que iba a venir una gorda con ellas».

Eso me pasó cuando tenía 16 años y me pasó hace dos años pre pandemia, esas cosas no cambian.

¿Te pasó muchas veces?

Me pasó todas las veces que fui. No me pasó miles de veces porque no fui mil veces a exponer mi salud mental y mi integridad a que me reboten en un boliche.

Te hacen entender que ese lugar no es para vos, porque no entrás una, no entrás dos veces, no vas más y así segmentan.

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. Online Mami acaba de lanzar su propia línea de ropa.

Has sido tapa de revista, eres modelo, tienes tu línea de ropa y celebras como dices «no ser una persona gorda sino una mujer gorda».Sin embargo, has dicho también que «si eres gorda no catalogas como mujer». ¿A qué te refieres?

Como mujeres tenemos que cumplir con cuatro condiciones básicamente, sino como que no estás cumpliendo con tu rol. Esas condiciones son básicamente ser madres, ser esposas, ser exitosas y ser sensuales, pero, como decimos en Argentina, no trolas, es decir, sensuales pero no fáciles, como algo lindo de ver, un objeto.

Pero las mujeres gordas ni siquiera calificamos para que nos pidan esas cosas, porque ¿una mujer hot? si las gordas «no calientan». Acá en Argentina a los varones que están con chicas gordas se les dice «comegordas», les dicen «te estás comiendo una gorda», es muy despectivo.

¿Exitosas? Es imposible porque todas las mujeres gordas «son torpes». De hecho, en Argentina hay algo que se llama buena presencia, te lo piden para los trabajos, y eso es básicamente ser alta y flaca y blanca.

¿Madre? Tampoco porque te dicen que «te vas a morir antes de que el pibe llegue al secundario». Es increíble, hay activistas gordas muy famosas en Estados Unidos que suben una foto con los hijos porque fueron al zoológico y la gente les comenta «qué mal ejemplo que sos porque le estás enseñando que no se tiene que cuidar» o «te vas a morir antes de que tu hijo llegue al secundario».

Entonces las mujeres gordas estamos como un escalón más abajo. Porque la gente antes de ver a una persona ve a una gorda básicamente, ese es el tema.

Tapa del libro de Agus Cabaleiro publicado en 2021, "Te lo digo por tu bien"

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. «Uno de los objetivos de este libro es que le pierdas el miedo a la palabra gorda, porque ser gorda no es ser nada malo, es solamente un adjetivo, una descripción de tu cuerpo».

Sé que algunas personas te hacen comentarios negativos en tus redes. ¿Qué respondes a las críticas de que promueves que está bien ser gorda y eso no es saludable? Por ejemplo, te recuerdan que la Organización Mundial de la Salud, la OMS, dice que un índice de masa corporal IMC elevado «es un importante factor de riesgo» para enfermedades como la diabetes o las afecciones cardiovasculares.

Los comentarios negativos que llegan a mis redes en un 80% tienen que ver con la salud. En el otro 20% ya directamente te dicen «gorda fea», «morite», ya sin teoría.

Hay mucha confusión con el tema de la salud.

Lo primero y principal es que ser gordo no es una enfermedad. La OMS lo define como un factor de riesgo, no es una enfermedad de por sí.

Hay una nutricionista que hace nutrición incluyente, que me parece increíble, que es de México y se llama Raquel Lobatón, yo la cito en el libro. Ella dice que tener cierto IMC es un factor de riesgo.

Pero, por ejemplo, la gente blanca tiene más propensión a agarrarse cáncer de piel que la gente negra y no vemos campañas de día mundial contra ser blanco. Porque es un factor de riesgo no le ponemos en el Instagram a alguien que es blanco «estás normalizando ser blanco y está dando un mal mensaje». ¿Por qué con los cuerpos gordos sí?

También algo que ella explica muy bien es que no hay ninguna enfermedad que tengan todos los cuerpos gordos y no hay ninguna enfermedad que sólo sea de los cuerpos gordos.

Siempre se nombra a la diabetes y el colesterol alto, pero hay un montón de gente que tiene diabetes y colesterol que no es gorda y no toda la gente gorda tiene diabetes y colesterol.

Entonces está muy bueno analizarlo en esos términos.

Por otro lado, más allá del debate de si un cuerpo gordo es saludable o no es saludable, para mí está bueno pensar en esta cuestión de por qué una persona gorda que es feliz se toma como un mal ejemplo, porque a mí me pasa mucho que me comentan «estás dando un mal ejemplo de no cuidarse».

Cuando la gente ve mi contenido no piensa que va a ir a comer equis cantidad de comida o dejar de ir al gimnasio para ser gordo. Lo que entiende la gente cuando ve mi contenido es que se puede tener una vida plena y una vida feliz con el cuerpo que sea.

Mujeres sentadas oyendo a Agus Cabaleiro durante la presentación de su libro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. El público en una de las presentaciones del libro «Te lo digo por tu bien» en Buenos Aires.

También has hablado de malas experiencias cuando vas al médico…

Muchas veces los médicos atribuyen cualquier cosa que te esté pasando a la gordura. Entonces te mandan a tu casa sin hacerte ningún estudio y te mandan a adelgazar, a caminar todos los días y a hacer dieta. Y vos te vas a tu casa pensando que ese es el problema cuando quizá la razón y el disparador de esa dolencia o de lo que te está pasando es otra cosa.

Y eso es muy peligroso. Es una locura y sigue pasando muchísimo.

Hablábamos de las reacciones negativas, pero también hay tantas reacciones positivas. ¿A quién le llega tu mensaje?

Por suerte mi mensaje llega a muchas personas de muchos géneros, de muchos tamaños de cuerpo, de muchas edades.

Me escriben chicas que tienen 10 años menos que yo, que son adolescentes, que son mamás y que toman quizás mi contenido como herramientas para criar a sus hijas, o varones o chicas que son super flacas, pero el mensaje igual les interpela, lo cual está buenísimo.

Agus Cabaleiro abrazando a dos mujeres que asistieron a una de las presentaciones de su libro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. «Por suerte mi mensaje llega a muchas personas de muchos géneros, de muchos tamaños de cuerpo, de muchas edades».

Decías que «nadie se salva» de las críticas, porque pueden estar dirigidas a un varón adolescente porque es gordito o una a chica flaca porque no tiene muchos senos y le dicen que es una «plancha»…

Me parece que está bueno analizarlo en el sentido de que no es todo lo mismo. Una cosa es que te enseñen que no sos atractivo y otra cosa es no poder acceder a la salud, no poder acceder a la ropa, no poder acceder al trabajo, que es lo que pasa en el caso de los cuerpos gordos, independientemente del género.

Pero en realidad el patrón hegemónico nos afecta a todos porque siempre te falta algo o siempre te sobra algún lado, entonces tenés que comprar tal producto o hacer tal dieta y ahí no se salva nadie. Porque el negocio es que no se salve nadie y que todo el mundo tenga que comprar algo o hacer tal cosa y gastar plata en eso, es una industria.

¿Cómo han cambiado las cosas en Argentina con la ley de tallas?

Antes cuando yo era adolescente no existía casi la ropa en tallas grandes, no importaba si tenías 15 o si tenías 50 te ibas a vestir igual, con batones muy grandes, estampados. Yo claramente no me podía poner lo mismo que mis amigas.

Ahora hay muchas tallas. Hay muchos emprendimientos o marcas chiquitas que se están poniendo la lucha al hombro y que están haciendo tablas de tallas super inclusivas.

En Argentina en 2019 se sancionó la ley de tallas que dictaminó un estudio antropométrico para analizar cómo son los cuerpos de Argentina.

Ese estudio antropométrico fue por todo el país y se midió el cuerpo de mujeres, hombres, gente de otros géneros, grandes, chicos, abuelos, etcétera. Se hizo para entender cómo son los cuerpos de Argentina, porque tenemos una M en un lugar que no tiene nada que ver con la M de otro lugar.

La ley de tallas lo que viene a cambiar es eso, que la S, la M y la L sea en todos lados la misma. El siguiente paso cuando se termine el estudio antropométrico es crear la tabla de tallas para que todas las marcas tengan que respetarla. Así que estamos en eso.

¿La ley de tallas no obliga entonces a que haya tallas más grandes, sino que establece solo que haya tallas estandarizadas?

Sí, estandarizados. La ley no obliga a las marcas a tener más tallas de las que ya tienen o tallas grandes.

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. «Ser activista no te salva de la vida. Obviamente hay momentos en que un comentario te va a pegar peor que otro».

¿Hay días difíciles en que todavía te cuesta verte de esa forma positiva que transmites?

Obvio, ser activista no te salva de la vida.

A mí a veces me llegan mensajes tipo, ¿te pasa alguna vez que te sentís mal? No me pasa una vez, me pasa mil veces, porque el mensaje lo tenemos tan metido adentro que es muy complejo de desarmar.

Entonces obviamente que hay momentos donde lo que no te molestaba de tu cuerpo te va a molestar o un comentario te va a pegar peor que otro.

Para mí no es ser mala activista que te moleste algo de tu cuerpo, que no te guste, sino que estaría bueno empezar a tenernos más tolerancia y más respeto a nosotros mismos.

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO. «La gente cuando ve mi contenido entiende que se puede tener una vida feliz con el cuerpo que sea».

Precisamente quería preguntarte cómo haces con el diálogo interno, cuando se disparan los mensajes negativos tan aprendidos…

Creo que un paso muy importante para mí y que ayuda mucho al diálogo interno es buscar representación, buscar gente que sea parecida a mí. Nosotros pensamos que nuestro cuerpo está mal porque vemos todos cuerpos iguales y el nuestro es el distinto, cuando en realidad, dentro de la diversidad corporal hay millones de personas, millones de cuerpos, colores, alturas, pesos, etcétera.

Y ¿aparte de buscar representación?

Creo que un poco cuando te sentís mal y es una cosa de un día, una cosa del momento está bueno dejarlo ser. Si estás triste o algo te afecta no está mal, es una emoción normal de la vida y es muy difícil realmente desarticular todo lo que nos enseñaron.

Para mí está bueno empezar a hacer como cositas chiquitas para desarrollar nuestro amor propio y desarrollar el respeto y la tolerancia a nosotros mismos.

Es empezar a animarte a usar quizá una prenda que no te animabas porque, no sé, te enseñaron que te queda mal, que no te favorece, que te marca algo que no te gusta, mirarse en el espejo.

Hay mucha gente a la que le da hasta como cosita pasar enfrente de espejos.

Yo hasta los 18 no tuve espejos en mi casa y ahora mi casa está llena de espejos. Porque no me quería ver y ahora sí me quiero ver.

O hay días donde me quiero ver un montón porque me encanta y hay días donde no me quiero ver y está bueno entender que eso es normal y que es parte del proceso, y que toda nuestra vida va a ser así.

Agus Cabaleiro

FUENTE DE LA IMAGEN – GENTILEZA AGUS CABALEIRO

«Para desarrollar nuestro amor propio está bueno empezar con cositas chiquitas, animarte a usar quizá una prenda que no te animabas a usar porque te enseñaron que te quedaba mal, mirarte en el espejo».

¿Un pensamiento final?

El primer paso, como te decía, es buscar gente que tenga cuerpos parecidos a nosotros y que esté viviendo su vida plena y feliz, porque eso hace que entendamos que también podemos vivir una vida plena y feliz.

Y el otro consejo importante es tenernos paciencia, en lo que sea que estemos atravesando.

Cuando nos gusta lo que vemos, cuando no nos gusta, cuando nos da lo mismo. Tenernos paciencia es la clave realmente.

Imagen de portada: GENTILEZA AGUS CABALEIRO. Agus Cabaleiro: «Ser gordo no es una enfermedad»

FUENTE RESPONSABLE: Alejandra Martins BBC News Mundo. 19 de julio 2022.

Sociedad y Cultura/Argentina/Moda/Salud

 

«House of Gucci»: la oscura historia de Patrizia Reggiani, la «viuda negra de la moda» que encarna Lady Gaga en la película.

«Es mejor llorar en un Rolls-Royce que ser feliz en una bicicleta».

Patrizia Reggiani pronunció su frase más célebre en una entrevista televisiva cuando formaba parte de lo más alto de la élite italiana. Es tal vez la que mejor define la obsesión por el lujo y el glamour que la ha acompañado durante casi toda su vida.

Años después, la que se conoce como la «viuda negra de la moda» se convertiría en una de las mujeres más odiadas de Italia, tras un mediático juicio en el que fue condenada a casi 30 años de prisión por orquestar el asesinato de su exmarido a manos de un sicario en 1995.

Su exesposo no era otro que Maurizio Gucci, heredero del imperio de la moda Gucci, fundado por su abuelo, el prestigioso diseñador Guccio Gucci, en 1906.

El caso, que conmocionó a Italia y a la industria de la moda de la década de 1990, vuelve ahora al ojo mediático gracias a un filme dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Lady Gaga.

La cantante y actriz encarna en el segundo rol principal de su carrera a Patrizia Reggiani en «House of Gucci» («La casa Gucci», en Latinoamérica), junto a un destacado elenco que incluye a Adam Driver, Al Pacino, Jared Leto, Salma Hayek y Jeremy Irons.

Cartel de "House of Gucci"

FUENTE DE LA IMAGEN – IMDB

La película, basada en el libro homónimo de Sara Gay Forden, celebró el martes pasado su première en Londres y llegará a los cines de todo el mundo a partir del 25 de noviembre.

¿Pero cuál es la historia real de la mujer a la que da vida Lady Gaga y cómo se ganó el apodo de «viuda negra de la moda»?

Los inicios

Patrizia Reggiani nació en un pequeño pueblo italiano a las afueras de Milán, en el norte de Italia, el 2 de diciembre de 1948. No conoció a su padre biológico y su madre trabajaba como camarera.

Su situación humilde cambió cuando tenía 12 años y su madre se casó con Ferdinando Reggiani, un rico empresario de la industria del transporte.

Reggiani empezó a agasajar a su hija adoptiva con espléndidos regalos, como abrigos de piel o autos deportivos.

Poco a poco, la joven comenzó a ascender en la escala social y a relacionarse con las personas más influyentes de Milán… incluidos los Gucci.

En una fiesta en noviembre de 1970, conoció a Maurizio Gucci, con quien se casaría dos años más tarde y con quien tuvo dos hijas: Alessandra (en 1977) y Allegra (en 1981).

Patrizia Reggiani, interpretada por Gaga, se casó con un miembro de la familia Gucci en 1972.

FUENTE DE LA IMAGEN – IMDB

Patrizia Reggiani, interpretada por Lady Gaga (en la imagen, una escena del filme «La casa Gucci»), se casó con un miembro de la familia Gucci en 1972.

La ostentación rodeaba la vida del matrimonio: un ático enorme en la Quinta Avenida de Nueva York, una lujosa villa en México, un chalet de invierno en los Alpes o el yate de madera más grande del mundo (el Creole) eran algunas de sus propiedades.

Patrizia lucía trajes de Valentino y Chanel en eventos sociales. Las páginas de sociedad de la prensa italiana la apodaron la «Joan Collins de Monte Napoleone» (una calle elegante en Milán famosa por sus comercios de moda y joyas).

El padre de Maurizio, Rodolfo Gucci, nunca aprobó esa relación; consideraba que Patrizia era una «cazafortunas», explica Sara Gay Forde en su novela.

El matrimonio comenzó a deteriorarse cuando, tras la repentina muerte del padre de Maurizio, este tomó el control de la compañía, y las aparentes presiones de Patrizia sobre cómo gestionar la marca crearon tensiones.

«Cuando era más joven, Maurizio buscó a Patrizia para que lo apoyara y para le diera la fuerza para enfrentarse a su padre. Pero a medida que ganó poder, se sintió oprimido por sus críticas», escribe Forden.

Eventualmente, la relación llegó a su fin.

Del amor al odio

En 1985, Maurizio dejó a Patrizia. Se fue de casa y nunca regresó.

Forden cuenta que, durante años, ella mantuvo la esperanza de regresar con él. Pero cuando Maurizio comenzó a salir con otras mujeres sus esperanzas se tornaron en amargura.

En 1991 se divorciaron.

Lady Gaga en el rodaje de "House of Gucci".

FUENTE DE LA IMAGEN – IMDB

Lady Gaga en el rodaje de «House of Gucci».

«Vio que todo lo que había tratado de lograr en la vida a través de Maurizio, toda la fama, el estatus y la riqueza, se le escapaba de las manos», describió Forden.

En 1992, a Patrizia le diagnosticaron un tumor cerebral, que fue eliminado sin grandes consecuencias. Le pidió a su exmarido que se encargara de las niñas, pero él se negó, diciendo que el trabajo lo tenía muy ocupado.

Durante los siguientes tres años, Maurizio le dio a Patrizia una asignación mensual de US$100.000, pero le prohibió usar algunas de sus lujosas viviendas, en favor de su nueva pareja, Paola Franchi.

Forden cuenta que Patrizia juró destruir a su exmarido y que le dijo a varias personas, incluida su ama de llaves, que quería «verlo muerto».

La propia Patrizia ha reconocido esas declaraciones.

El asesinato

A las 8:20 de la mañana del 27 de marzo de 1995, Maurizio Gucci, de 46 años, salió de su casa para ir a trabajar.

Unos 15 minutos después recibió cuatro disparos a las puertas de su oficina, situada en uno de los barrios más elegantes de Milán.

Fue asesinado por un asaltante, un hombre de cabello ondulado, según los reportes. Más adelante la policía establecería que se trató de un sicario.

Maurizio Gucci en 1981.

FUENTE DE LA IMAGEN – ERIN COMBS/GETTY IMAGES

Maurizio Gucci en 1981.

Patrizia no tardó en mudarse a la vivienda de Maurizio Gucci en la lujosa calle Corso Venezia de Milán con sus dos hijas —entonces adolescentes— expulsando a Franchi.

Casi dos años después, el 31 de enero de 1997, dos autos de policía la arrestaron en la puerta de la casa.

Tranquila y serena, salió de la casa con relucientes joyas de oro y diamantes, un abrigo de visón que rozaba el suelo y un bolso de cuero de Gucci.

«Pensaba que podría evadir (la acusación por) el asesinato, que regresaría a casa en unas pocas horas», explicó Forden.

No fue así.

Lady Gaga interpreta a Patrizia Reggiani (en la foto), quien fue condenada por orquestar el asesinato de su exmarido.

FUENTE DE LA IMAGEN – IMDB

Patrizia Reggiani fue condenada por orquestar el asesinato de su exmarido.

La policía milanesa tenía pruebas de que Patrizia había ordenado matar a su exmarido y había pagado a un sicario US$375.000 para cometer el crimen.

En junio 1998 fue juzgada por un tribunal de Milán. Su cabello corto y oscuro estaba despeinado. Vestía unos sencillos pantalones de algodón azul y un suéter de algodón sobre los hombros. Poco quedaba de aquella mujer ostentosa.

En noviembre de ese mismo año, Patrizia, junto a cuatro cómplices, fue declarada culpable del asesinato de Maurizio Gucci y condenada a 29 años de prisión.

El juicio tuvo una enorme repercusión mediática. fue entonces cuando pasó a conocerse como la «viuda negra de la moda».

Las hijas de Patrizia —las verdaderas víctimas de la tragedia, según Forden— pidieron que la sentencia fuera anulada, alegando que su madre había quedado trastocada por el tumor cerebral que había sufrido, que podría haber afectado a su personalidad.

La sentencia no fue anulada, pero sí reducida a 26 años. Ante la perspectiva de pasar tantos años presa, trató de suicidarse, pero los guardias de la prisión la encontraron a tiempo, según reportó la prensa local en el año 2000.

Patrizia Reggiani fue juzgada en 1998.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

Patrizia Reggiani fue juzgada en noviembre de 1998. Esta imagen fue tomada a las puertas de los juzgados.

Finalmente, Patrizia terminó cumpliendo 18 años de condena, y hasta rechazó el tercer grado que le ofrecieron en 2011. «Nunca he trabajado en mi vida y desde luego no voy a empezar ahora», le dijo a su abogado, según The Guardian.

En 2016, salió de la cárcel con una sentencia acortada por «buen comportamiento».

Según el diario The Telegraph, debido a un acuerdo firmado en 1993, Patrizia cobra más de US$1 millón al año de la herencia de Gucci. También recibe un pago atrasado de más de US$22 millones, que acumuló durante su estancia en prisión.

Desde su salida de la cárcel, Patrizia vive en Milán, donde ha sido vista (y fotografiada) en varias ocasiones con su loro-mascota sobre el hombro.

Tumba de Maurizio Gucci en St. Moritz, Suiza, 1997

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Tumba de Maurizio Gucci en St. Moritz, Suiza, 1997.

El pasado marzo la mujer, que hoy tiene 72 años, le dijo a la prensa italiana: «Estoy bastante molesta por el hecho de que Lady Gaga me interprete en la nueva película de Ridley Scott sin haber tenido la consideración y sensibilidad para venir a conocerme».

También expresó su disgusto por no haber estado involucrada en el proyecto y aclaró que no va a recibir «ni un solo centavo de la película».

«No es una cuestión económica, sino de sentido común y respeto», agregó.

Ella siempre ha negado ser la autora del asesinato.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES/Policía de Milan

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo

Sociedad y Cultura/Moda/Cine/Espectáculos

Fue refugiado durante la guerra, creó una marca icónica que vale u$s 80 M: la historia de Balenciaga.

Si deseas conocer mas sobre este tema, cliquea por favor donde se encuentra escrito en “negrita”. Muchas gracias.

Leyenda de la moda

El modisto vasco Cristóbal Balenciaga aprendió el oficio de su madre y convirtió su apellido en una de las grandes casas de indumentaria. Ahora su marca está en manos de un gigante de la moda que incursionó en los videojuegos.

https://www.cronista.com/apertura-negocio/empresas/fue-refugiado-durante-la-guerra-creo-una-marca-iconica-que-vale-us-80m-la-historia-de-balenciaga/#galleryzoom_616294

Su apellido es sinónimo de moda. Convirtió su nombre en una marca que nació en la alta costura y luego viró hacia las prendas en serie. Tras la muerte de su fundador se mantuvo dormida hasta que un gigante de la indumentaria la trajo de nuevo a las tiendas de todo el mundo. Ahora no solo se mantiene viva en sus nuevas colecciones, sino que también forma parte de la cultura popular en canciones e incluso videojuegos. Hoy Balenciaga continúa en la elite de las grandes marcas y su historia tiene más de 100 años.

Su padre era pescador y falleció en alta mar cuando Cristóbal Balenciaga tenía solo 11 años. Se crio en Guetaria, una localidad en la provincia de Guipúzcoa en el País Vasco. 

De pequeño aprendió el arte de la costura de su madre y se dedicó a eso para sacar adelante a su familia. Su camino se cruzó con la marquesa de Casa Torres, quien vio la destreza del joven Cristóbal y se transformó en su mecenas. Ella le permitió entrar en contacto con la aristocracia y la monarquía lo cual le permitió abrir su taller en 1917 y dar paso al mito.

«El maestro de todos nosotros», lo definió el propio Christian Dior. Bajo su ala se formaron grandes representantes del mundo de la indumentaria que luego hicieron su propio camino, como Oscar de la Renta y Hubert de Givenchy. Este último describía a Balenciaga como un «arquitecto de la alta costura».

EXILIO Y ÉPOCA DORADA

Los diseños del modisto vasco se inspiraban en la tradición española y su éxito con clientes de alcurnia lo ayudó a inaugurar su propia tienda en 1919 en San Sebastián. Cinco años más tarde se expandió a Madrid y al poco tiempo también lo hizo en Barcelona. 

Sin embargo, su gran despegue no se dio en España. Balenciaga abandonó su país natal en 1936 tras el estallido de la Guerra Civil y mudó su talento a París, donde haría historia. Ahí presentó su primera colección en 1937 y abrió su atelier sobre la avenida George V.

Sus diseños, como la falda balón, marcaron tendencia

Durante más de dos décadas sus prendas marcaron tendencia. Desde la falda balón hasta el vestido túnica, el vestido saco y el baby doll. Sus modelos llamaron la atención no solo de la clase alta, sino también del mundo cinematográfico. 

Por caso, fue el encargado de vestir a Ingrid Bergman en el largometraje Anastasia, además ideó atuendos para personalidades como Greta Garbo y Elizabeth Taylor. También incursionó en el mundo del perfume con su fragancia Le Dix y en el segmento corporativo al diseñar los uniformes de las azafatas de Air France.

Su reinado se extendió hasta 1968, cuando la alta costura le cedió paso al prêt-à-porter. Entonces Balenciaga decidió retirarse y volver a España, donde murió en 1972. 

Su marca solo se mantuvo en algunos perfumes hasta que recién en 1986 la compañía Jacques Bogart se quedó con los derechos de su uso y la revitalizó. No obstante, su gran despegue se dio a partir del 2001 cuando el Grupo Gucci la adquirió. Hoy la etiqueta está en manos de Kering, que compró la casa italiana en 2003.

En 2021 lanzó una línea de outfits virtuales para el Fortnite.

El legado de Cristóbal Balenciaga persiste a través de su marca y también por intermedio de sus prendas. Un almacén de alta tecnología custodia celosamente más de 2600 artículos creados por la leyenda vasca. Según el sitio Net Worth Spot, la marca hoy tiene un valor que supera los u$s 80 millones.

Más allá del negocio de la indumentaria, la firma también supo hacerse un lugar en el universo de los videojuegos. En diciembre de 2020 sacó su propio juego Afterworld: the age of tomorrow ambientado en un mundo pos apocalíptico. Asimismo, en septiembre pasado, anunció una alianza con Epic Games, creadores del Fortnite, para incluir en este videojuego una serie de outfits virtuales creados por la marca. 

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

FUENTE RESPONSABLE: Apertura. Noviembre 2021

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